De este libro he cobrado conciencia de la importancia de:
La comprensión, porque es el paso previo e imprescindible en la evolución del Ser Humano.
La tolerancia, porque une, no separa.
La responsabilidad, uno de los rasgos más constructivos de nuestra personalidad.
La aceptación, el dios que nos evitará tanto sufrimiento innecesario.
Y la ignorancia, el lugar en el que sufrimos porque no sabemos hallar la “luz”.
Sabía que existían estos rasgos y caracteres, pero ignoraba la incidencia o, mejor dicho, la gran incidencia que ejercen sobre el Ser Humano.»